Quedaban pocos minutos para llegar a mi destino, parada: El
Perchel.
El metro de Málaga me estaba dando la oportunidad de elegir entre dos
amores.
Uno, el que me había hecho llegar a España desde México, el otro, una
mujer recién conocida en el trayecto que llevaba.
que más!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarque más!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar++++ Todo lo que quieras, ya ves que el amor nunca tiene fin!!!...pero si te sigue interesando saber el final vuelve a este blog que seguro lo encontraras. Gracias por invertir tu tiempo en leerme. Se Feliz.
ResponderEliminar