domingo, 13 de septiembre de 2020

Relato: Mi último año





MI ÚLTIMO AÑO

Observo mi imagen en el espejo de cuerpo completo que me regalo hace unos cuantos años mi hijo el mayor. Esa fue la última vez que le vi. Pasamos la tarde juntos, era verano y paseando a la orilla de la playa me dijo que su esposa no quería volver a verme, y por supuesto que no le dejaba a él poder venir a verme. No los culpo a ninguno, es decisión de ellos. Pero me entristeció ver como mi propio hijo elegía. Algunas veces mis amigas me preguntan por qué mi familia me ha abandonado. No les tengo respuesta. No fui una madre despreocupada al contrario. Siempre procuré darle todo lo que tenía. Con mi marido tuve cuatro hermosos hijos. Dos chicas y dos chicos. Todos ellos recibieron una educación adecuada dentro de lo que ellos fueron eligiendo. A los dieciséis el que quiso tuvo su moto, a los dieciocho su carnet de conducir, y de regalo el coche. Les dejamos estudiar lo que quisieron y…



«¿Tal vez fue por eso que te han abandonado?»

Recordé esa pregunta que tanto me repetía mi amiga María. ¿Cuál podía ser la respuesta? Tal vez… fue… ¿por dárselo todo? Ni idea… Sople las velas que tenía el pastel que llevaba en mis manos en esos momentos. Suspire y sonreí en la soledad de donde residía. Y mirando de nuevo mi imagen en el espejo.

«Feliz ochenta cumpleaños Candelaria»

La vejez de mis años hace que a día de hoy, en ese dormitorio que me encuentro, pueda revisar y ver como mi vida cabe en una caja de zapatos. Un breve pensamiento, me hace preguntarme si, ¿a todo esto se reduce una vida?, ¿a una caja de zapatos?. La mía, sí. Seguramente habrá muchas otras personas que tengan y dejen más a los suyos, yo, solo dejaré a la residencia donde me encuentro una caja de zapatos.


Cojo la primera fotografía que me encuentro, estoy disfrutando de unas vacaciones en la playa de Cádiz, la fotografía me la hizo un ciudadano de esa ciudad porque en ese viaje iba sola. Jamás pensé lo que vendría después de esa fotografía. Solté una leve sonrisa recordando que pase unos días maravillosos con él. Nunca más volví a verle después de esos días pero de lo que si estoy segura es de que no me arrepiento de todo lo que viví con Sebastián. Él me hizo ser una mujer feliz y sentir emociones que nunca pensé vivir.

Italiano de nacimiento con padres Españoles, se había criado entre Roma y Cádiz. Conocía a la perfección ambos idiomas y alguno que otro más. Por su trabajo, se dedicaba a la exportación de vinos, viajaba de un país a otro. Era atractivo y cuando me devolvió la cámara me invito a tomar un café. No era mujer de ir tan rápido pero… ¿por qué no hacerlo por una vez en la vida? Y ni sé cómo paso que del café pasamos a comer y después a irnos a un lugar a bailar y de ahí a un hotel. Al día siguiente lo volvimos a pasar estupendamente y así hasta que pasados unos días al despertar él ya no estaba, me dejo una nota maravillosa y así acabo mis maravillosas vacaciones en Cádiz.

Avance rápido varias fotografías y algún objeto más de mis viajes en mi juventud. Visite Santander, Barcelona, Madrid, Sevilla y muchas ciudades importantes Españolas y sus variopintos pueblos. Tuve la gran suerte de conocer todo mi país y parte del extranjero también, viviendo mil y una historias en cada lugar que iba. Tuve suerte y me fui encontrando y dejando grandes amigos en mis desplazamientos.

Recordé un nuevo pasaje en mi vida, al ver la postal que años atrás me había enviado mi amigo Mexicano Fabián. En ella me decía unas simples palabras:

«Recordándote a pesar de los años y sintiendo gran tristeza porque no volviste a vernos»


Gire la postal y era un gran cactus con ese paisaje hermoso del desierto de sonora. Él sabía que me gustaría porque siempre que podía me hacía una foto junto a ellos. Fue una de las cosas que más me impresiono de ese hermoso país.
Sonreí una vez más porque en ese país tuve más vivencias de lo debido. Allí llegue con la intención de quedarme unos quince días de vacaciones pero esos días se trasformaron en un mes y así sucesivamente hasta que dure diez años de mi vida. Si, sobre ese tiempo tengo mucho que contar, mucho que recordar, muchas anécdotas. Sobre todo porque tuve según se mire la gran fortuna o desgraciada de toparme con una de las familias más influyentes de ese país. Dedicada a una vida de contrabando y muchas cosas más que mejor las dejaremos en mi mente, supongo que eso ya es otra historia que ahora no pretendía recordar y mucho menos por que…

Un ruido a lo lejos me saco de mis pensamientos. Fui hacia la puerta de mi habitación llamaban con insistencia. Adelante un par de pasos corriendo y antes de abrir una mano se posó sobre la mía y detuvo mi acción de abrir la puerta. A mi lado una bella joven, con ojos claros y cabello moreno me decía.

—¡No la abras…! Acabarás arrepintiéndote.

—¿Y tú quién eres?

—Alguien que quiere ayudarte.

—¿Pero cómo has entrado aquí?

—Eso no es importante. Lo importante es…

—¿Qué?

—Si quieres abrir e irte al otro lado de esa puerta.

La voz de mi hijo se hizo escuchar.

—¡Mama…! He vuelto… ¿me abres para que pueda entrar?

—Es mi hijo —le informé a la mujer joven que sujetaba mi mano impidiéndome abrir—. Debo…

—Elegir Candelaria. ¿O te quedas a mi lado o te vas?

Ella soltó una bella sonrisa cálida, tierna. Su mirada era algo inusual y ver como salían un par de alas me hizo entender por fin que ella era mi ángel guardián.

—¡Lo siento hijo! Es demasiado tarde.

Le dije mientras acariciaba la puerta como si  volviera a mi ayer, cuando podía acariciar la cara de mis hijos y le daba un beso antes de que se durmieran.

FIN





Mis Redes Sociales:


@Celivir78
#Celivir78
#CelivirCardenas
#FanReals
www.celivircardenas.xyz
www.youtube.com/c/Celivir78
google.com/+Celivir78
http://celivir.blogspot.com.es
www.facebook.com/Celivir78
celivir.wordpress.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario